Si estás pensando en crear tu propio negocio o con un grupo de socios, es importante saber la diferencia entre una persona física y una persona moral, para saber cuál le conviene más a tu emprendimiento.
¿Qué es una persona física?
Según el Sistema de Administración Tributaria (SAT) de México, una persona física se define como, “un individuo que realiza cualquier actividad económica (vendedor, comerciante, empleado, profesionista, etc.), el cual tiene derechos y obligaciones”. En otras palabras, es toda aquella persona que recibe ganancias por la actividad laboral que realiza.
Características principales de una persona física:
Poder contar con doble nacionalidad (además de la mexicana).
Adquirir obligaciones fiscales al cumplir la mayoría de edad o comenzar a trabajar formalmente.
Ser identificada por un nombre,
Tener estado civil y cuerpo material.
Para registrarte como persona física, solo se debería dar de alta en el SAT como la persona interesada, además de que no tienes que hacer trámites adicionales para cumplir con tus obligaciones fiscales (a menos que se quiera registrar una marca comercial ante en Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial). Así mismo, como persona física podrás recibir un financiamiento (crédito o préstamo) de acuerdo con tu salario y al historial crediticio personal que has creado.
¿Qué es una persona moral?
El SAT define a estas personas como las “entidades reconocidas por ley como sujetos de derechos y obligaciones. Suelen ser creadas por un grupo de personas que se unen con un fin determinado, como las sociedades mercantiles, las asociaciones y sociedades civiles”.
Características principales de una persona moral:
Sólo pueden contar con la nacionalidad mexicana en caso de haber sido creadas bajo las leyes de México y tener su domicilio en la República Mexicana.
Adquieren obligaciones fiscales desde el momento en que son creadas.
Son identificadas por una razón social independiente al nombre de quienes las conforman.
No cuentan con un estado civil al no ser un individuo.
Para registrar a una persona moral, se debes decidir primero qué régimen fiscal te conviene (dependiendo del giro de la empresa y las actividades planeadas), además de redactar un acta constitutiva por medio de una notaría para darle legalidad a la asociación. En cuanto al financiamiento, las personas morales pueden acceder a un mayor monto de crédito debido a su solidez económica y capacidad adquisitiva.
¿Cuál persona es mejor para tu negocio?
Si estás emprendiendo tu negocio, es recomendable que lo hagas como persona física, ya que el trámite es mucho más rápido. Además, serás el único representante legal o dueño de la empresa, de toma de decisiones, y de obligaciones legales.
Por otro lado, si decidiste crear una empresa de la mano de más personas o socios, registrarse como Persona Moral es lo correcto. No olvides que el trámite incluye ir a un notario para dar fe de que tú y tus socios están construyendo un negocio.
Posteriormente a este trámite, podrás darte de alta ante el SAT bajo el régimen de persona moral. Aquí las obligaciones y derechos están divididos entre todos los que pertenecen como dueños de la empresa.
Recuerda que puedes decidir la que más se acomode a tu negocio y es muy importante que te registres ante el SAT. ¡Muchos éxitos en tu negocio!